Los monjes han ocupado un lugar trascendental en los inicios de la fabricación de cerveza. Inglaterra es uno de los países que tiene mayor antigüedad en la tradición cervecera, ya que el inicio de su actividad se sitúa en el año 1147 en Faversham y, posteriormente, las mujeres continuaron la tradición a pequeña escala en hogares produciendo una cerveza que se llamó Ale women.

Los más aficionados dicen que las inglesas son las mejores cervezas del mundo. Las de tipo Ale llegaron desde los Paises Bajos en el siglo XV, elaboradas con agua, malta y levadura y se caracterizan por ser fuertes y con graduación alcohólica alta.

Dentro de las cervezas más destacadas, la Bombardier quiere marcar su presencia en el mercado. Considerada Premium Bitter, tiene una fermentación alta, tipo ale y resalta su color cobrizo con aroma a frutas secas. Forma parte del patrimonio cervecero de Inglaterra porque se elabora en el centro y mantiene las tradiciones.

Otra cerveza destacada es la Imperial Stout. Debe su nombre a los zares y se la suele conocer como Imperial Russian Stout ya que sufrió una modificación en su realización, incrementando la graduación alcohólica (aumentando la concentración de lúpulo y malta en la fermentación) para que llegue a San Petersburgo sin congelarse.

La cerveza London Portes es una bebida reconocida tradicionalmente como Brown porter. Tiene gran popularidad por haber conseguido numerosos premios y es considerada por muchos como la mejor porter del mundo. Se elabora con maltas de chocolate y de allí su color marrón oscuro, caoba, por lo que llama la atención su aroma dulce combinado entre el café, el caramelo y las hojas secas.